—¡Aléjate de mí! —chilló Penélope cuando vio a la mujer acercándose con la caja de maquillaje—. ¡Nicolai! Para ya; no puedes tratarme así. Ya te dije que no hice tales afirmaciones frente a esta mujer. Entonces, ¿por qué insistes en insultarme de esta maldita manera? ¡Hemos sido amigos durante tanto tiempo! Tú y yo crecimos juntos. ¿Acaso no me conoces?
—Estoy haciendo esto porque sí te conozco, Penélope —le dijo Nicolai—. No creas que no sé acerca de las cosas que les hiciste a esas mujeres con las que estuve durante mis días en la universidad. Nunca te presté atención porque esas mujeres nunca significaron nada para mí.
—Quizás debí haberlo hecho —declaró, estrechando sus ojos—. Al menos de esa manera, podría haber aplastado esta osadía tuya antes de que pudieras herir a Ariana.