Por otro lado, Glynn estaba sentada en la sala de estar de la familia De Luca. Miraba alrededor los numerosos objetos antiguos que decoraban el salón, cuando su mirada se posó en Regal. Sus ojos se abrieron de par en par cuando vio al hombre que odiaba y despreciaba caminar en la mansión de los De Luca y se acercó a donde él estaba parado.
—Sí. Entiendo, me ocuparé de este asunto tal como el Señor de Luca me lo pidió —decía Regal a uno de los trabajadores bajo Nicolai. Sintió que alguien lo miraba y se giró para ver a Glynn caminando hacia donde él estaba, sus ojos se encogieron de miedo, y también sus cejas.
—¿Qué estaba haciendo esta mujer aquí? —Regal esperaba que Glynn no hablara de más frente a los demás, especialmente frente a Nicolai. Finalmente había conseguido un trabajo donde podría ganar una cantidad decente de dinero y pagar los gastos médicos de su madre.
Se giró para mirar al hombre detrás de él que lo miraba a él y a Glynn con el ceño fruncido.