En la oscuridad de la noche, había un centro de cremación. Era viejo y sórdido, y debido a que el edificio estaba oculto en el extremo más lejano de los campos, ella no lo notó.
Algo hizo clic en la cabeza de Penélope cuando notó el centro de cremación. Y cuanto más lo miraba, más teorías comenzaban a burbujear y a surgir en su cabeza.
—Deben haber venido aquí para enterrar a esa mujer —sabía Penélope que la señora Harlow estaba desaparecida y aunque sabía que la mujer era su madre, se negó a llamarla así.
Porque Penélope no quería admitir que estaba relacionada con una mujer tan repugnante como la señora Harlow.
Sin embargo, por mucho que despreciara a esa mujer, Penélope se llenaba de alegría al pensar que la señora Harlow podría convertirse en la clave para su matrimonio exitoso con Nicolai.