—No está bien.
Tras una breve pausa, Leila se volvió a mirar a la Señora Baker antes de decirle —Hay un gran problema del que mejor no hablar, Señora Baker.
Ryan, que había estado sonriendo hasta ahora, se volvió a mirar a Leila, sus labios formando una línea delgada y, aunque no dijo nada, estaba claro que estaba tenso, lo que era esperable ya que su postura era demasiado rígida.
—Leila, no hay necesidad de sacar esos temas, ¿verdad? Nuestros padres quieren que nos casemos y siendo este su deseo, ¿no deberíamos respetarlo? —Ryan le dijo a la mujer. Se mostraba persistente, como si quisiera borrar el pasado que había volteado toda la situación patas arriba para él y para Leila.
En sus ojos, no importaba con quién pasara sus noches, al final se casaría con Leila. Porque no había un futuro en el que ella no estuviera a su lado, para él —Leila siempre había sido suya y de él solo.
Y no quería que eso cambiara.
