—Esta es una hermosa mansión —elogió Nadia mientras alisaba su vestido y se sentaba en la silla junto a Kieran—. Ha hecho un trabajo excelente, señora Nelson.
—De poco consuelo por el daño que le ha hecho a su chico —murmuró Kieran lo suficientemente fuerte como para que Noah lo oyera.
Noah, que estaba justo detrás de él, se detuvo en su paso pero luego fingió como si no hubiera oído nada y se fue a sentar en su silla.
—Tío —Zena miró reprobatoriamente a su tío. Había intentado hacerle entender que esto era lo que ella quería y que sabía lo que estaba haciendo, pero Kieran se estaba mostrando difícil.
No importaba lo que le decía, Kieran lo contrarrestaba con que Noah era un patán que merecía morir solo y que ella no estaba siendo una buena deportista al escoger a un hombre como él que había engañado más o menos a su ex esposa.