—¿Qué está pasando? —preguntó Ari mientras miraba a Mateo, quien estaba en el estacionamiento con una expresión desgarrada, mientras ella se sentaba al lado de Leila en el coche que pertenecía a Danny—. ¿Lo conoces, Lei? —se dirigió a Leila, quien frunció el labio con frustración.
—Él es amigo de ese imbécil —Leila no respondió, en cambio fue Danny quien lo hizo. Él lanzó una mirada de puro desprecio y odio a Mateo antes de decirle a Ari:
— Nunca olvidaré cómo este hombre ha insultado a Leila sabiendo solo la mitad de la historia.
—Ni siquiera sabía lo que realmente ocurrió entre Lei y ese imbécil, y sin embargo apoyaba a ese bastardo como si su vida dependiera de ello —espetó Danny—. Desearía haberle hecho algo peor justo ahora. Debería haberle lanzado un puñetazo o algo así.
—Pero fingiste no conocerlo ahora mismo —comentó Ari con el ceño fruncido.