—¿Algo más? —Noah sintió un tic en sus cejas al levantar su mano y sacar la tarjeta de presentación que su abuelo le había dado.
—Toma —se la entregó a Ariana, quien la tomó sin preguntar nada—. El abuelo te pidió que le llamaras cuando estuvieras libre. Asegúrate de llamarlo, o sabes lo terco que puede ser.
Por supuesto, ella había estado en la familia Nelson durante tres años y aunque pasó el menor tiempo posible con el señor Adrien, Ariana sabía que el hombre era tan infantil como serio.
Si ella no lo llamaba, lo más probable es que él viniera aquí a buscarla por sí mismo.
—Entiendo —Ariana cerró los ojos y colocó la tarjeta cuidadosamente en un estante donde no la perdería. Se aseguró de que la tarjeta estuviese puesta en un lugar adecuado antes de volverse a mirar a Noah. Cuando lo vio sin intenciones de marcharse, frunció el ceño y preguntó:
— ¿Hay algo más que quieras decirme?
'¿Por qué no dice todo de una vez?' Ariana se quejó internamente.
