—Tú —la señora Nelson dio un paso amenazante hacia Ariana, mientras que Ariana frunció el ceño y luego dio un paso atrás. Ella cerró los dedos en un puño ya que estaba preocupada de que la señora Nelson pudiera pellizcar y rasgar su herida.
Ella había hecho tal cosa muchas veces cuando estaba casada con Noah.
—¿Qué crees que estás haciendo aquí? ¿Acaso no fueron claras mis palabras para que entiendas que necesitas volver lo antes posible? —Ari tenía una expresión tranquila en su rostro. Se dio cuenta de que dos pequeñas llamas ardían según la señora Nelson.
—Y un excelente día para usted también, señora Nelson —dijo Ariana con una sonrisa en su rostro—. Pensé que todo ya estaba claro cuando se finalizó mi divorcio con Noah. No entiendo sus razones para venir al hospital y discutir un asunto que ya está cristalino.