—Asegúrate de descansar adecuadamente, Pallas —Nicolai dejó a Ariana en su apartamento. Echó un vistazo a la mujer cuya esbelta espalda estaba vestida con una simple camiseta blanca sin mangas. Quería mantenerla con él un poco más, pero Nicolai sabía que a mujeres como Ariana no les gustaban los hombres excesivamente pegajosos.
Y aunque era terco como un toro para conseguir a esta mujer, Nicolai sabía cuándo retroceder.
Ariana echó un vistazo a Nicolai detrás de ella y no dijo nada. En verdad, no tenía idea de qué decirle. Estaba agradecida de que él se hubiera ocupado del Sr. Fletcher por ella, pero al mismo tiempo, Ariana estaba preocupada de que este hombre tuviera algunas intenciones ocultas. Una que ella no podría cumplir.
—Lo haré, gracias por hoy, señor De Luca —aunque Ariana no sabía cómo tratar a Nicolai. Aún así, fue educada con él ya que el hombre la había ayudado, si no fuera por Nicolai, quien la llevó al hospital, ¿quién sabe qué le hubiera pasado?