```
—Por favor, por favor, deja un ticket dorado o una piedra de poder. ¡Un super regalo es más que bienvenido, me ayudará mucho! —En toda honestidad, si hubiera sido alguien más, a Nicolai no le habría importado, pero algo en Ari lo atraía hacia ella. No sabía si era por las respuestas monosilábicas que ella le daba cada vez que él le mandaba mensajes de texto.
—Aléjate de mí. —No deseo hablar contigo. —No me toques. —No te acerques a mí. —¿Puedes alejar tu incómoda presencia de mi cercanía? —Esta mujer hablaba como una princesa melindrosa. Por supuesto, Nicolai no tenía ninguna queja al respecto porque había algo salvaje en desnudar a una princesa y ver qué había debajo de toda esa actitud pulcra y adecuada.