Punto de vista de Selene
Pensé que no me molestaría si veía a Brooke saliendo del cuarto de Noé, pero durante los últimos diez minutos, era todo en lo que podía pensar. Más en particular, ¿por qué Noé me había mentido?
—Su Majestad, ya estoy aquí —dijo Brenna detrás de mí, haciéndome sobresaltar por la repentina aparición de su voz. Estaba tan perdida en mis pensamientos que no la escuché acercarse.
—¡Oh! —Me reí incómodamente—. No te oí llegar. ¿Dijiste algo? ¿Están bien las chicas? —pregunté simultáneamente, esperando que no se notara demasiado que había estado llorando. Nunca en mis más locas imaginaciones pensé que terminaría refugiada en el baño sollozando por Noé...