—Las niñas... —Xavier logró decir con voz débil—. Tenemos que encontrarlas.
Kurtis asintió y se giró hacia mí —¿Tienes alguna idea de dónde o con quién podrían estar? —debió notar lo aturdida que estaba por todo lo sucedido, porque al instante siguiente, me arrastró hacia él y sujetó mi rostro con su mano—. Escucha, Selene, sé que esto es abrumador y tal, pero no es momento de desconectarse. No podemos permitirnos eso ahora mismo. Quiero que pienses... ¿Sabes dónde podrían estar o con quién podrían estar?
—Th... Sus niñeras —tartamudeé, volviendo en mí—. Pueden estar con sus niñeras. Son las únicas autorizadas para estar con las niñas y ellas son las que pueden... —Las palabras apenas salían de mis labios cuando Faustina y Brenna se acercaron a nosotros riendo por algo que dijeron. Ambas llevaban canastas de ropa equilibradas en sus caderas y se detuvieron en seco al vernos.