Vendedor ambulante
18 de octubre del 2010
Carretera Principal De la Ciudad Fronteriza de Eternity
Caminaba rumbo a mi hogar ya a altas horas de la noche mientras pensaba en voz alta mis molestias.
-Otro día, otro fracaso. Vine a esta ciudad de mierda tan insegura porque creí que los fracasados serían fáciles de venderles espejos por diamantes pero no contaba con que el gobierno ya suplía las necesidades del mes en este basurero haciendo las tiendas. Los únicos compradores que tengo son los que buscan alguna medicina muy particular o droga.-
Molesto por mi situación, golpee una bolsa de basura con todas mis fuerzas y extendí ambas manos mientras recitaba un conjuro a alta velocidad.
××Llama profana××
Una bola de fuego verde nació de mis manos y se dirigió a alta velocidad a la bolsa de basura, reduciéndola a cenizas. Me relajaba ver las cosas quemarse.
-Ya lo decidí, volveré a la capital. Esta será la ultima noche que camino en este poblado de fracasados-
Cuando las llamas se apagaron, seguí mi camino. La luna era la única fuente de luz por las noches en esta ciudad de mierda.
Ya solo me faltaban dos esquinas para llegar a mi casa cuando note alguien me seguía. Volteé para ver si algún vagabundo o un drogadicto me estaba persiguiendo pero mi sorpresa fue que se trataba de algún animal.
No podía verlo correctamente. Solo veía una figura similar a un perro y unos ojos rojos.
No le di vueltas al asunto y seguí mi camino, hasta que sentí una respiración acelerada en mi hombro izquierdo.
Volteé la mirada rápidamente y salté hacia atrás. Aquello que me perseguía no era un animal común. Tenía patas de cabra, cabeza de perro, cola de escorpión y su torso parecía ser un gel negro viscoso. Estaba ante una bestia.
Levanté mis manos temblorosas por reflejo y empecé a recitar el hechizo más poderoso que tenía.
××××Enana blanca××××
Una esfera blanca nació de la palma de mi mano y empezó a agrandarse mientras se movía a alta velocidad hacia aquella bestia. Al cabo de 3 segundos, la bola enorme golpeó e hizo una explosión bastante ruidosa.
-¡Oye, no ves la hora!- Dijo un anciano mientras me miraba con un notable odio en el rostro
Un poco relajado por creer que todo había terminado, decidí ignorar al anciano e intente seguir mi camino, hasta que escuche un sonido metálico a mi lado.
Al girar el rostro, varias extremidades y una cabeza eran sostenidas por unos tentáculos negros que sobresalían del lugar de la explosión. La bestia seguía viva y yo había agotado todo mi maná usando mi magia más poderosa.
Había perdido mis fuerzas para correr y caí de rodillas contra el suelo mientras más tentáculos se acercaban rápido hasta rodear mis brazos. Quería gritar pero no salió ninguna palabra de mi boca.
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Asher Himmel
18 de octubre del 2010
Casa de Eugenio Himmel
-Auch-
Un fuerte temblor hizo que me cayera de mi cama. Me levanto del suelo, e intento ver si observo algo por mi ventana. Para mi sorpresa, solo podía ver unos ojos rojos que parecieran mirarme. Decido no darle mente y volver a dormir cuando sin previo aviso, unos tentáculos negros rompen mi ventana y un monstruo de pesadilla entra a mi habitación por el hueco.
Los tentáculos que sobresalían del cuerpo de aquel monstruo, desaparecieron mientras volvían a formar parte de aquella gelatina negra que tenía por torso.
La criatura se quedo mirándome fijamente, como si esperara que hiciera el primer movimiento pero no podía hacer más que temblar de miedo. Mi corazón me decía que corriera pero mi mente y cuerpo me gritaban que si me movía, algo malo pasaría.
El monstruo al ver mi reacción, sonrió de forma tenebrosa, como si disfrutara de la vista. Me mostró sus dientes, llenos de sangre y pedazos de ropa, para aumentar mi miedo ante un inevitable final.
Ya empezaba a aceptar mi destino, hasta que recordé la presencia de mi talento: la máquina de milagros. Tenía que pensar bien pues solo poseía dos deseos y si hacía un movimiento muy llamativo, uno de los tentáculos de la criatura podría terminar conmigo. Necesitaba pensar en una manera de defenderme.
En ese instante, recordé uno de los héroes de las historias que mi abuelo tenía en el sótano. Un superhombre que podía romper paredes y resistir el impacto de un arma en el pecho. Ya habia decidido mi primer deseo.
[Máquina de Milagros]
[Deseo tener la superfuerza]
/Escaneando memoria del usuario para asegurar un deseo acorde a su petición/
/Ejemplo encontrado/
//Deseo aprobado... En vista de ser una modificación directa del cuerpo del usuario, se crea una habilidad única en respuesta al deseo... Habilidad única: "Fuerza del Superhombre" ha sido creada//
Una ventana translucida se mostró frente a mi, tal como paso con la máquina de milagros.
[Fuerza del Superhombre]
[El cielo te ha bendecido con una fuerza superior. Dicha fuerza ira creciendo contigo hasta convertirte en un autentico superhombre]
[Habilidad única pasiva]
No sentí ningún cambio a nivel físico en mi cuerpo pero tenía una extraña sensación. Mi miedo se había esfumado y sentía paz en mi corazón.
El monstruo al no verme temblar, decidió atacarme con sus tentáculos. Intente cubrirme el rostro pensando lo peor pero los tentáculos se rompieron apenas me impactaron, causándole cierto dolor el cual reflejo con un grito.
Al ver sus tentáculos no me hacían nada, el monstruo se abalanzó para morderme pero sus colmillos se rompieron sin causarme ningún daño. La bestia intento huir al ver su vida peligraba pero corrí con todas mis fuerzas y rápidamente lo golpee con mi puño derecho en el torso con tanta fuerza, que se formó una ráfaga de viento que lanzó los restos del animal muy lejos.
[Teletransportación]
Mi abuelo al ver tanto escandalo, usó su habilidad de teletransportación y apareció frente a mi pensando mi vida peligraba.
-¡¡¡¿Asher te encuentras bien?!!-Dijo el abuelo mientras me agarra los hombros
-Abuelo, un monstruo me atacó y estaba muy asustado- Dije mientras abrazaba al abuelo
Lágrimas salieron de mis ojos. Pensar que hace poco mi vida peligraba. Si no hubiese tenido la máquina de milagros, quizás lo ultimo que quedaría de mi fuese restos de ropa en los dientes de aquella criatura.
Le describí la situación pero un presentimiento dentro de mí hizo que ocultara la máquina de milagros. Dije solamente que había despertado la fuerza del superhombre como mi habilidad única.
Mi abuelo decidió no hablar del tema y fuimos a su habitación para descansar. Al acostarme en su cama, me dormí profundamente.