Hay momentos que dejan marca en nuestros corazones, son recuerdos que nos acompañan hasta nuestro último aliento. Desde la mirada de nuestra madre, entre lágrimas y gritos; aquel primer suspiro que dimos soñando despiertos en nuestra infancia; aquel primer amor casi utópico; aquellos amigos que llegaron para quedarse y aquellos otros que se fueron; ese último adiós a nuestros seres queridos.
Veo mis alrededores y estoy en el lugar que me vio nacer; aquí cumplí mis sueños y es donde finalmente daré mi última batalla.
Hay civiles y noticieros a mi alrededor, muchos me miran con desprecio y otros tantos sienten lástima por lo que me espera. Entre tanto público, un adolescente con rabia presente en su rostro se acercó a mí.
¿Por qué no deseas que esto acabe? - exclamó aquel adolescente.
¡Eres un maldito cobarde que desapareció cuando más te necesitamos! - exclamó un viejo mientras hacía una rabieta.
¡El mundo entero está en caos por tu culpa, niño egoísta! - exclamó una mujer adulta.
Revive a mi madre. Por favor, Señor - suplicó un niño mientras lloraba.
Devuélveme mi casa y a mis niños, por favor. Haré lo que sea, por favor - suplicó una madre mientras se arrodillaba.
Todos me insultaban o me suplicaban por cosas. No era para menos, pues ya sabían de mi Máquina de Milagros. Podía notar en sus corazones que envidiaban mi habilidad única y la malinterpretan a su manera, por lo que decidí no responder a ninguna de las exclamaciones y súplicas. Pero era duro que las personas por las que arriesgué mi vida en más de una ocasión me juzgaran y me llamaran cobarde.
Al cabo de un momento, aparecieron los causantes de este desastre; aquellos que realizaron masacres por todo el mundo; aquellos que filtraron mi habilidad única y mi identidad secreta al público; aquellos que me robaron a mis seres queridos. El grupo de 5 integrantes conocido como El Círculo.
Al enterarse de la presencia de dicho grupo, todos corrieron a una distancia considerable, dejándome solo frente a los 5 sujetos. 4 de las personas eran jóvenes adultos con rasgos físicos de algún animal; uno poseía orejas de gato; otro, cuernos de ciervo; otro, una cola de perro; y el último, brazos de gorila.
¿No crees que es un poco tarde para luchar? Perdiste tu máquina de milagros y sufriste una derrota miserable ante nosotros una vez. ¿Qué te hace pensar que las cosas serán distintas ahora, maldito argonauta? - insinuó con tono burlesco el joven con manos de gorila.
La otra vez apenas saliste vivo por el sacrificio de ese anciano. Pudiste haberte ido con toda tu gloria, pero preferiste volver a ser humillado en público para proteger a gente que no te valora. Eres estúpido, Asher - dijo el sujeto con orejas de perro.
No vine a escuchar lo que la carne de cañón piensa de mí. Júpiter, deberías ponerles mordazas a tus animales, sus aullidos no me dejan ni pensar - dije sin titubeos.
Al decir eso, el quinto sujeto de este grupo dio un paso al frente. Era un joven adulto de pelo azul y ojos rojos. A diferencia del resto, este sujeto sí parecía humano completamente.
A mí también me sorprende que volvieras. Luego de que asesinara a quienes más amabas frente a ti y mostrará al público tu hipocresía llamada ideología heroica, ¿te queda algo que proteger? - dijo Júpiter mientras se reía de una forma bastante desagradable.
Estoy consciente de que ustedes son más y son poderosos. Me quitaron aquello que amaba e hicieron sufrir a la humanidad en mi ausencia mientras lamía mis heridas. Pero hoy, yo; no como el héroe Regulux sino el humano Asher Himmel, prometo detenerlos y liberar al mundo de ustedes, Bestias Divinas - dije mientras apuntaba a Júpiter con mi Espada rota.