Después de cinco años desde que la Tierra comenzó a cambiar, la expansión del planeta había creado nuevos continentes y criaturas nunca antes vistas. Los científicos habían descubierto monstruos marinos, llamados "Leviatanes", capaces de tragarse un barco de hasta 1000 metros de largo con un solo bocado. Afortunadamente, estos seres no se acercaban a las costas terrestres.
Las personas comenzaron a experimentar cambios. Uno de ellos era que las personas mayores de 80 años comenzaron a tener más energía y sus arrugas habían disminuido un poco. Aunque no era muy perceptible, se notaba en algunas personas.
Justo cuando la humanidad creía que los cambios la impulsarían hacia una nueva era, sucedió algo asombroso e impactante. En diversos lugares, comenzaron a aparecer especies de desgarros, como si la superficie del cielo, o ya sea en medio de una calle, ciudad, tierra o mar, hubiera sido rasgada. Eran algo nunca antes visto, como pequeñas grietas parecidas a una telaraña que podías apreciar en la superficie del espacio, en medio de una vía.
Aunque algunas personas entraron en pánico, varios científicos ya estaban investigando estos fenómenos nunca antes vistos. Sin embargo, no encontraron nada en su investigación. A pesar de que se podían ver, no podían tocarlos. Parecía como si no existieran.
Así, la humanidad se acostumbró a estos fenómenos, ya que habían pasado algunos años y no ocurría nada. Sin embargo, algunas personas aún estaban preocupadas de que pudiera ocurrir otro desastre más aterrador que el que presenciaron hace pocos años.
Una organización misteriosa llamada "La Vanguardia de Gaia", financiada por casi todos los países del mundo, estaba investigando todos estos fenómenos gracias a una IA avanzada para recopilar y analizar datos de todo el mundo. Esta IA es capaz de procesar una cantidad inmensa de información y proporcionar análisis detallados que ayudan a los científicos a entender mejor lo que está sucediendo.
Desde que aparecieron estos fenómenos, en cierto momento algunas personas comenzaron a colapsar, como si su vitalidad desapareciera, quedando como personas sin vida. Al principio, las personas creían que habían muerto debido a alguna enfermedad aún no detectada, pero con el tiempo esto comenzó a ocurrir más seguido, extendiéndose así alrededor del mundo.
Debido a este suceso sin precedentes, los gobiernos y científicos se dieron cuenta de que algo no estaba bien y trataron de hacer algunos experimentos en estas personas o algunas autopsias, pero descubrieron que era imposible. Ningún metal podía atravesar la piel de estas personas. Así se crearon algunos centros de investigación, donde comenzaron a colocar a estas personas. El gobierno y algunas fuerzas solicitaron que se desenterrara a toda persona que haya presentado este tipo de colapso y se enviara a estos centros de investigación.
Cuando la humanidad comenzó a tomar los fenómenos como algo natural de la vida diaria, estos se volvieron un sitio turístico donde algunas personas realizaban eventos de streaming o simplemente decidían fotografiarse en esos sitios agrietados, a pesar de que el gobierno había declarado estos sitios como áreas prohibidas para el público. Así comenzó un periodo donde las personas se divertían, trabajaban, disfrutaban en familia. Comenzó un periodo de tranquilidad para la humanidad, debido a los cambios de la expansión del planeta las personas comenzaron a gozar de más energía, y las guerras habían cesado en cierto momento y muy poco se escuchaba alguna noticia con respecto a disputas gubernamentales.
Y así pasaron otros cinco años, llenos de tranquilidad para la humanidad. Durante este tiempo, la gente se adaptó a su nueva normalidad. Los niños jugaban en los parques, los adultos iban a trabajar, y las familias se reunían para cenar. Las calles estaban llenas de risas y alegría. Los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses, y los meses en años. La vida continuaba, y la humanidad prosperaba.
Justo cuando la humanidad estaba absorta en su periodo de tranquilidad, en algún momento, ocurrió el desastre. Dentro de las grietas emergieron bestias, seres monstruosos y terroríficos que masacraban a las personas que veían, creando un caos sin precedentes.
Estalló una guerra sin precedentes por la supervivencia de la humanidad. La humanidad utilizó todo el armamento disponible avanzado que tenía y apenas podían hacer algo de daño a estos seres. Había algunos seres monstruos tan terroríficos y fuertes que incluso una bomba nuclear apenas dejó un rasguño en ellos.
La gente estaba desesperada, sin embargo, no se dieron por vencidos, siguieron luchando y soportando. Miles de millones de seres habían muerto y así pasaron 15 largos años de lucha por la supervivencia.
Justo cuando la humanidad creía que desaparecería de la tierra, aparecieron algunos seres, sí, seres, y estos eran humanos. Nadie sabe de dónde venían, pero aparecieron en un momento donde la humanidad estaba experimentando una crisis de extinción.
Solo algunas personas pudieron reconocer a algunos de ellos, debido a que crecieron con ellos y esos seres eran las personas que habían colapsado por alguna razón desconocida. Lo sorprendente fue que estas personas tenían cambios sorprendentes, desprendían algún tipo de energía o aura que hacía que las personas temblaran e incluso aquellos monstruos se detuvieron.
Lo sorprendente es que estas personas, que algunas eran mayores de hasta 90 años, ahora aparecían tan jóvenes como personas de 25 años. Nadie podía creer lo que veía, pero tuvieron que creerlo ya que lo estaban presenciando con sus propios ojos.
Y así estalló una batalla feroz con estos seres humanos, que de repente tenían un poder abrumador, logrando así liberar a la humanidad de esta gran crisis.
Durante la crisis, las familias de los que luchaban en la guerra estaban llenas de miedo y desesperación, pero también de esperanza. Esperaban que sus seres queridos volvieran a casa sanos y salvos. Los seres humanos que colapsaron habían desaparecido sin dejar rastro, y nadie sabía dónde estaban hasta que reaparecieron en el momento más crítico.