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Chapter 50 - Cambio De Roles.

Semanas atrás..

Una fuerte musica de disco se escuchaba de fondo al igual que varias personas bailando, el dinero caia como si fuesen gotas de lluvia sobre los cuerpos semi desnudos de varias strpper quienes estaban bailando en lo que parecia ser un tubo, parecia ser una clase de fiesta de mafiosos, sobretodo esto cuando se veia que habian varias personas drogandose, en la mesa habian varias rallas, claro que tambien lo hacian sobre el cuerpo de las mujeres, y claro que no podia faltar el alcohol el cual estaba llegando por montones, montones como los montones de droga que estaba saliendo de aquel edificio, habian unos policias corruptos en la entrada quienes avisaban por la radio haciendo que una camioneta se aparcara enfrente de aquel edificio en donde salian mas policias los cuales tomaban la mercancia y se iban de ahi, uno de los chicos grandes se acercaba poniendose enfrente de uno de los policias dejandole un buen fajo de dinero.

─ Hijos de su puta madre..Miren namas todo el cargo que tenemos, ¡Que chingona idea fue haber llegado aqui, brindemos por nuestro triunfo, carajo!─Dijo aquel hombre moreno con un bigote.

─ Oiga patron, ¿Y que hacemos con la candidata a presidente?─Mencionaba un hombre, igual moreno pero mas joven que el jefe.

─ Dale una visita, ya le llegó la hora igual, jaja.

Tras eso aquel hombre terminaba yendose de ahi alejandose cada vez mas de la musica aunque esta continuaba escuchandose de fondo, este terminaba llegando a lo que parecia ser un sotano subterraneo el cual al abrirlo se encontraba la gran dualidad de las situaciones, en aquel sotano habian varias personas, el genero daba igual, algunas estaban amarradas del cuello como perros, otras colgando mientras estaban encadenadas, e incluso habian cadaveres, habian varios baldes en donde se hacian las necesidades y claro que bastantes cucarachas quienes estaban comiendose la comida de perro, pues aquello narcos no les daban nada mas que aquella comida, aquel narco que habia llegado caminaba hasta que agarraba a merindia del cabello jalandola y sacandola de aquella zona.

─ ¿Alguna vez has pensado en como seria tu vida tras las rejas, orlando?─Decia Merindia, dejando de caminar.

─ Callate la puta boca y camina gringuita..Ah, que pena me da tener que desaprovechar este tremendo fileton..Mnfgh..

Aquel narco bajaba una de sus manos tomando una de las nalgas de merindia mientras se acercaba a darle una buena olida en el cuello, aunque merindia no se inmutaba por ello, fue asi como la caminata habia terminado cuando merindia fue lanzada a una clase de barro, tenia algo que le habia cubierto la cabeza todo este tiempo asi que uno de ellos terminaba agarrando aquella tela quitandosela de la cabeza, de rodillas merindia miraba hacia los lados encontrandose con aquella escena de pesadillas, huesos, viseras, los sicarios estaban grabando varios tipos de videos, habia uno con una motosierra, otro el cual parecia ser una victima quien habia sido obligado a matar a su compañero con una cuchara,¡Quiero a mi mamá, perdoneme mucho mi seño, perdoneme porfavor se lo ruego, mi dios!, gritaba uno de los sujetos quien era lanzado al suelo, enterrado sus manos en el suelo con dos cuchillos y despues de eso le agarraron la cara, cara la cual usando unos cuchillos comenzaban a quitarla poco a poco, hasta que merindia fue obligada a ver hacia alfrente, a sus lados habian dos hombres cubiertos totalmente con dos grandes armas, uno tenia un cuchillo de carnicero mientras el otro tenia un cuchillo electrico.

─ Miren bien, para que aprendan a no meterse con los grises hijos de su puta madre, a todos los que vean este video, y se atrevan siquiera a meterse con nosotros los vamos a matar wey, a cada uno que apoye este movimiento pendejo de tratar de sacarnos a la verga, me los bajo, los cuelgo en la autopista, ¡Que lo vean fijamente, hijos de su puta madre!

Uno de los sicarios empujaba a merindia quien caia boca abajo al suelo, el sicario tomaba una de las manos de merindia y cuando estaba por cortarle la mano un fuerte grito se llevaba la atencion de todos, uno de los sicarios entraba corriendo bañado en llamas, este se golpeaba varias veces pero acababa muriendo en el suelo, todos se veian fijamente hasta que aquel sicario encima de merindia fue asesinado, con una piedra en la cara la cual le habia undido la cara haciendo que este cayera al suelo, todos en aquella situacion sacaban sus armas comenzando a disparar a donde estaban viniendo aquellas rafagas de fuego, el jefe se habia lanzado al suelo siendo cubierto por otros hombres quienes comenzaban a disparar, aunque como si fuesen moscas bajo el fuego comenzaban a ser derribados, tanto por fuego, como por una corriente de agua que habia salido de la nada atravesando a varios hombres por el estomago, los hombres comenzaban a ser subidos hasta que aquella corriente bajaba aplastando a todos los hombres contra el suelo haciendo una montaña de carne.

─ ¡Wuahaha, cielos esto es la mejor diversion que he tenido en mucho tiempo, jefa tuvo que haber visto la planta de abajo, eso si que fue..Puaf!─Decia una morena, de pelo negro y rojo, recien llegada, volteando a ver a merindia.

Merindia se levantaba del suelo sacudiendo su ropa sucia, mas hombres habian llegado en camiones, comenzaban a subir rapidamente por las escaleras acercandose rapidamente a donde deberian de estar sus compañeros, aunque antes de llegar comenzaban a escucharse varios disparos en la zona de ahi, hasta que una fuerte llamarada habia salido de la puerta, merindia comenzaba a desvestirse al igual que a pasarse algunas toallas humedas, aquella chica morena estaba viendo hacia otro lado,y fue asi cuando merindia acababa de vestirse con su traje, afinar su corbata y levantarse que un hombre habia entrado, totalmente calcinado, con la piel quemada cayendosele a pedazos mientras alguien mas salia del fondo.

─ ¡Mi hermano, porfin llegaste y yo que pensaba que te habian matado en el camino!

La morena saludaba al recien llegado, un chico fornido de pelo rojo, con sus ojos cubiertos por unos lentes de sol redondos de color negro.El jefe se habia levantado de su escondite metiendo una de sus manos en su bolsillo de donde sacaba una pistola, pistola la cual levantaba apuntando a la cabeza de merindia.

─ No lo mates, necesitamos algunas pruebas para que nuestro movimiento funcione

Aquella arma habia sido detenida, el mismo enmascarado que habia matado a mestu habia regresado tomando a el jefe de los grises y levantandolo sin problema del suelo, este apretaba su mano la cual estaba agarrando a aquel jefe y la aplastaba con facilidad haciendo que tanto como el arma como la mano de aquel hombre quedaran totalmente aplastadas, con los huesos sobresaliendo por toda zona, haciendo que de el dolor aquel hombre terminara desmayandose.

─ ¿Limpiaron todas las zonas?─Dijo merindia acomodando su corbata.

─ Asi es, Heydalin se encargó del norte, befutel de la zona norte, y yo me encargué del oeste, la unica que faltaba es esta zona, ademas de que aun queda la estacion de trenes de tlakzat para ir a barrinza─Mencionaba el enmascarado metiendo a aquel viejo de bigote en un costal.

─ Iremos, estaban en una operacion de mercancia asi que no tardaremos en llegar, llevense los cuerpos y metanlos en una bolsa, que no se dañen demasiado..Los otros altos mandos estan ocultos abajo de aquella mesa, debajo de los cadaveres del sin mano y el decapitado.

Tras decir eso merindia terminaba yendose de ahi llevando una de sus manos hacia su oido en donde habia un pequeño comunicador, a altas horas de la noche habian llegado encontrandose con varios oficiales en la entrada del tren, aunque los ojos de merindia fueron directamente hacia uno de los oficiales, aquel que trabajaba en el negocio corrupto de la mercancia, merindia llegaba y pasaba junto a sus hombres y aquella morena al lado del oficial, oficial que llevaba su radio hacia su oido.

─ ¡¿Como que no podes mover la carga!? Aqui se hace lo que yo te diga hijo de tu puta madre, y si no quieres que mate a tu familia wey, ¿Quieres que mate a toda tu familia enfrente de ti cabron?─Decia aquel moreno golpeando y arrinconando al anciano conductor de tren, acabando su discurso cuando le dió un potente golpe en el abdomen.

─ No..No no quiero.─Dijo el anciano, con el poco aire que le quedaba, entre lagrimas.

─ ¡No señor se dice, cabron, ahora ponga a funcionar ese tren o me lo mato aqui mismo!

Despues de aquella golpiza aquel anciano se levantaba debilmente, agarrandose el abdomen mientras comenzaba a cojear, caminata que se veia interrumpida ya que aquel hombre le habia dado una patada en la espalda haciendo que aquel anciano cayera de cara al suelo, justo cuando un zapato de color negro habia llegado enfrente del anciano, todo el grupo habia entrado en aquella habitacion donde se estaba formando una reunion entre el narco y aquel anciano, ''Llegaron, matenlos, repito, matenlos'' decia la radio de aquel narco que estaba golpeando al anciano, fue asi como varios hombres habian llegado con armas, tanto policias como no policias, merindia volteaba a ver aunque habia sido tarde, pues un disparo habia llegado, disparo que fue agregado a una gran serie de disparos contra ellos, hasta que despues de aquella masacre los cuerpos de estos habian terminado cayendo al suelo en un gran charco de sangre.

─ Mph, que pendejotes..

Dijo aquel narco quien ponia uno de sus pies encima de la cabeza de merindia mientras reia, las personas aterradas comenzaban a salir corriendo de aquella habitacion, de igual forma de que varios guardias de seguridad comenzaban a correr hacia donde habia sido la situacion, la alarma sonaba a todo volumen haciendo que toda persona estuviese corriendo y abandonando aquella estacion de trenes, aquel narco estaba por disparar hasta que merindia se levantaba poniendose la mano en la cara y quitandose la sangre de encima, justo antes de voltear a ver a aquel narco, todos los narcos de aquella zona levantaron sus armas y las apuntaban hacia merindia.

─ ¡Señorita merindia! ¿¡Se encuentra bien!? ¿Que fue lo que-..?..

─ No se preocupe por eso oficial, encarguese de llamar a un equipo de limpieza

Merindia habia salido como si nada al igual que sus compañeros, aunque claro con la unica diferencia de que habian dejado sus huellas llenas de sangre dejando sus pasos marcados en el suelo, marcas que comenzaban a ser disueltas ya que la alarma de incendios tambien se habia prendido haciendo que varios rociadores comenzaran a llenar de agua a todos quienes estaban por ahi, corriendo aun, algunos heridos,y claro que merindia y su grupo, con la sangre que tenian en sus ropas regandose por todo su cuerpo gracias a el agua, heydalin llevaba una de sus manos hacia su cabello viendo sus dedos llenos de sangre.

─ Buah..Que asco─Dijo heydalin moviendo sus dedos la sangre entre ellos.

─ Si, lo da─Dijo befutel, quitando sus lentes negros los cuales comenzaba a limpiar con un pequeño trapo.

─ Melura, consigueme una cita con los altos mandos de las naciones unidas, tengo que comenzar a plantear la ley cero crimen antes de que sea tarde, ustedes dos limpien los ultimos narcos que haya por aqui, ¿Bien?─Dijo meridia justo antes de entrar a una limusina que le estaba esperando.

─ Si, su señoria─Melura asintió, heydalin llevaba una de sus manos a su frente como una soldado, y befutel solo asentia con la cabeza.

─ ¿Q..Que carajos..sucedio aqui..?

Despues de horas, seguramente en la madrugada, cuando toda aquella situacion habia pasado, los oficiales, forenses y el equipo de limpieza entraban a aquella habitacion quien desprendia aparte de un fuerte aroma, tambien una extraña sensacion de pesadez, todos quienes habian llegado se quedaban atonitos ante la escena, hasta que uno de los oficiales iluminaba la habitacion con su linterna, aquellos aun estaban vivos, almenos unos de ellos, aunque en un estado realmente grave, con quemaduras de inclusive cuarto grado, los otros cadaveres estaban rotos en la mitad apilados en un rincon de la habitacion y finalmente habia uno, quien seguramente le habia tocado el peor destino, pues tenia los ojos colgando, la cadera doblada hacia el otro lado, y finalmente la lengua cortada en varios pedazos en el suelo, aunque la boca la tenia cocida, como si hubiese sido cauterizada por un fierro caliente, claro, aquel ultimo habia sido aquel narco que golpeaba al anciano

─ Señorita Merindia, ¿Que se siente aplastar a toda la competencia bajo sus pies?─Decia aquella reportera con una sonrisa.

─ La competencia no es lo que me interesa señorita, solo quiero construir una ciudad segura para todo aquel que viva aqui, y es algo que les juro que van a conocer, en algunas semanas mas, con mi nueva ley cero crimen, les recomiendo..Estar atentos, porque dentro de poco sabran las noticias acerca de esto.

Dijo merindia, sonriendo confiadamente mientras veia fijamente a la camara, una mirada penetrante, como si pudiese ver mas allá del lente de la misma.