- ¡Yake, taeh!Aquella soldado qué había quedado viva sabía que no podía haber nada por lo que agarraba su espada y se lanzaba hacia las bestias lanzando su espada hasta clavarla en los ojos de otra de las bestias, la soldado se daba la vuelta y Señalaba con sus ojos hacia Yake y taeh, Yakta entre lágrimas iba corriendo hacia sus compañeros tomándolos y subiendo la mirada ante aquella valiente soldado, soldado la cual después de haber sonreído fue aplastada por una de las bestias, la expansión de ese fuerte golpe hizo qué los tres últimos soldados se apartaran hasta quedar enfrente de donde estaba la gema, taeh qué aun estaba abrazando a Yake se separaba del abrazo por unos momentos tomando a Yake de las mejillas y preocupado preguntó.- ¡Yake..! ¡¿.. Estas bien.. Que tan mal Estas..!? -Taeh preguntaba, totalmente preocupado.-.. No siento.. Nada del cuerpo.. Siento que me rompieron todos los huesos.. Taeh.. -Respondió yake en un tono demasiado débil.-.. Yakta..¡Yakta, debemos irnos, nuestras vidas no valen una estúpida piedra preciosa!Taeh soltaba a Yake por unos momentos quitándole su espada y poniéndose al lado de Yakta, Yakta estaba enfrente de sus dos compañeros moviendo su espada de lado a lado hasta cortar los dedos de las bestias qué se acercaban, bestias qué cada vez era más difíciles de controlar, la sangre ya había llenado el cuerpo de los dos chicos quien estaban protegiendo a su compañera, y aunque taeh quisiera haber entrar en razón a su Capitán este continuaba moviendo su espada de lado a lado.- ¡Esto no es una simple piedra, estamos salvando a toda la ciudad.. No, a todo el mundo! -Yakta respondía aun con la determinación de cuidarlos.- ¡Yakta, no podemos seguir aquí.. Uyah! -Taeh dijo, después de haber cortado.- ¡Uaarrgh!Yakta escuchaba aquello pero solo le quedaba esquivar los golpes de las bestias y cortar hasta que en un momento una de las bestias había golpeado a ambos jóvenes, el cuerpo de los dos había salido disparado hasta golpearse contra una de las paredes haciendo que estos quedarán fuera de combate, una de las bestias se agachaba tomando a Yake de sus piernas, Yake rápidamente comenzaba a gritar, sus gritos estaban llenando todo el ambiente incluso más que los fuertes sonidos de esas bestias, taeh levantaba lentamente la mirada y veía a su amada yake agarrada por sus manos de una bestia y de sus piernas por los colmillos de otra.-.. ¡Yake.. Yake.. Noo..! -Taeh se arrastró, sus ojos preocupados se abrieron.-.. ¡Taeh.. Taeh Porfavor dile a mi madre que no se preocupe.. No.. Necesito que ella no se preocupe.. Mamá, no te preocupes.. No te preocup-..!Taeh entre lágrimas había caído al suelo tratando de arrastrarse hacia ella mientras yake entre lágrimas y entre desgarradores gritos imploraba por su último deseo, hasta que finalmente sus gritos habían encontrado un fin en el momento que las dos bestias habían hecho su trabajo, la mitad superior de su cuerpo se separó sin problema alguno mientras su mitad inferior fue devorada por otra de las bestias, taeh después de ver eso comenzaba a dejar salir varias lágrimas, un llanto desgarrador hasta que su tristeza se había convertido en una última esperanza al haber sido agarrado por una de las bestias, este estiraba una de sus manos y le daba un puñetazo en el rostro a Yakta haciendo que este se despertará.-.. ¿Taeh..?..-.. Mngh.. ¡Porfavor.. Porfavor.. Vive lo que yo no pude..!Yakta aun se encontraba en un estado herido por lo que este apenas y podía ver, aunque cuando sus lentes rotos enfocaban lo que estaba sucediendo se dio cuenta de lo que pasaba, Taeh después de haberle gritado eso fue agarrado por una de las bestias siendo atravesado por su abdomen, una vez que fue atravesado otra de las bestias se acercaba tomándole de uno de sus brazos y piernas, otra bestia hacia lo mismo con las extremidades contrarias hasta que finalmente, sus músculos tirados de una forma inhumana se habían terminado por separar dejando solo el tronco con cabeza, Yakta qué estaba en el suelo comenzó a perder el brillo en sus ojos viendo como cada zona de su viejo compañero y amigo se perdía entre los filosos dientes de aquellas criaturas, mientras la carne estaba siendo triturada por las bestias Yakta estaba en el suelo, sus manos temblaban como nunca antes, nisiquiera salían lágrimas de sus ojos, estaba en un estado de shock en el que apenas y podía sentirse el mismo, su batallón había muerto, sus mejores amigos habían muerto, su esperanza había muerto, y el, estaba por ser la última víctima de ello.- Yakta.. Yakta, ¡Esto no ha terminado!.. Puede que no estemos en vida, pero estamos -Aquella amorosa voz de yake se escuchaba.-.. Contigo -Junto a la determinada voz de Taeh.Las voces de sus amigos le habían llamado, Yakta quien ya había perdido toda esperanza bajaba su mirada dándose cuenta de que enfrente de él estaba su espada llena de la sangre de sus compañeros, y no solo eso, había una enorme cargando poder avanzando por todo su cuerpo, fue en ese momento que aquella carga de energía estaba proviniendo de la gema, gema qué estaba en su espalda por lo que Yakta llevaba una de sus manos a su espalda tomando la gema de color roja, las bestias se habían dado la vuelta y sin dudar comenzaron a ir hacia Yakta, Yakta se levantaba tomando aquella espada llena de sangre, su mano derecha qué estaba tomando la mitad de la gema de energía, apretaba esta haciendo que su cuerpo fuese llenado en una enorme carga de energía comenzó a envolver su cuerpo y aquella espada, cuando el primer demonio de sangre se puso frente a Yakta había hecho un corte hacia arriba cortando el brazo de la bestia por la mitad y abriendole en canal, Yakta saltaba y comenzaba a correr por todo el largo del brazo hasta atravesar la cabeza de la bestia, Yakta saltaba hasta llegar a los hombros de otra de las bestias metiendo su espada por uno de los oídos hasta levantar su mano y atravesar su cabeza por el otro oído, Yakta se lanzaba enterrando su espada en el cuerpo de una de las bestias comenzando a bajar por su cuerpo y haciendo una enorme franja de sangre hasta llegar al suelo, con dos fuertes espadazos había cortado los pies de una de las bestias quien al caer al suelo le cortó la cabeza en dos, una vez llegado a la última bestia, aquella responsable de la muerte de sus compañeros Yakta empuñaba su espada con todas sus fuerzas y se lanzaba hacia el.- ¡Aahhhh!Una vez habiendo saltado sobre la bestia comenzaba a cortar cada zona de su cuerpo, tras haberle dejado lleno de sangre de dejaba caer por sus brazos hasta llegar a uno de sus ojos en donde desgarró este con uno de sus puños, este al sacar su mano había sacado uno de los ojos de la bestia así que lo lanzaba al aire, Yakta saltaba y comenzaba a caer hasta atravesar el ojo y la cabeza de la bestia cayendo al suelo y sacudiendo todo a su alrededor, tras haber matado a la bestia, tras haber acabado con ella Yakta se quedaba viendo la cabeza fijamente, su aura de poder comenzó lentamente a irse, y aquel cielo azul se había convertido en un enorme cielo de color gris con una potente lluvia, lluvia qué se llevaba las lágrimas de aquel solitario Capitán, al amanecer, las trompetas levantaron a todas las personas quienes se reunieron esperando a ver a todos los soldados aunque solo se habían encontrado con uno, este soldado al llegar estaba empapado de sangre y tenía cargado algo consigo, la gente veía atenta a este soldado hasta que se revelaba qué este soldado era Yakta, Yakta se agachaba y al entrar a la ciudad levantaba la cabeza de aquella bestia quien traía la mitad de la gema dentro de su boca.-... ¡AHHHHHHHH!Yakta se quedaba en silencio con la multitud hasta que este dejaba salir un fuerte grito de guerra al dejar la cabeza y levantar la mitad de la gema, la gente al escuchar el grito de ese legendario soldado rápidamente levantaban sus manos y dejaban salir un fuerte grito conjunto.- ¡AAHHHHH!Un segundo grito se esparció por toda esa zona, tan fuerte que incluso parecía que iba a romper las ventanas, la gente estaba gritando emocionada, sus manos estaban arribas, incluso las lágrimas de saber que sus familiares habían muerto pero de ver aquella gema, aquello que les iba a permitir defenderse, era los que le permitía desahogarse en esos gritos que estaban dando, el honor de sus familiares, el orgullo de ver aquel último hombre en pie llevando las vidas de todos a sus espaldas, el héroe, el capitán qué trajo la esperanza a todos había llegado.- ¡Las muertes de todos esos soldados, de mis compañeros, nos llevaron a a la victoria!Yakta comenzaba a caminar hacia dentro teniendo en su mano aquella mitad de la gema, la gente sin milamientos se acercaban ante su salvador tomándole de sus extremidades hasta lanzarlo al aire, los gritos de la gente llenaban la ciudad, mientras aquel soldado continuaba siendo alabado, en un último rebote Yakta levantó su puño al cielo, agradeciendo a sus compañeros.