Chapter 7 - 7

disfruto verla siendo así tan gentil con todos, ella es tan diferente, pero eso la caracteriza a ella, siendo una niña buena y gentil, ella a pesar de ser una princesa, ama la naturaleza y si fuera por ella estaría aquí en el bosque siempre, pero sus deberes como princesa y futura reina se lo impide, por eso siempre voy a su palacio a verla, Adelaida, esa niña que me hizo feliz, cada vez crece más y me llena de alegría y nostalgia verla crecer y poder estar con ella siempre, es uno de mis más grandes anhelos.

ella entre tantas estrellas es la más brillante, radiante y sorprendente, si ella está feliz yo lo estoy si ella está triste yo la haré sonreír, quiero que ella sepa que siempre contara conmigo, aunque tal vez no pueda hacer mucho, haría hasta lo imposible para poder hacer lo que no puedo hacer, y cumplir su anhelo, mientras tanto dejaré que ella me siga protegiendo y yo la seguiré amando,

Recuerdo ese día como si hubiera sido ayer, el día en el cual se me rompió el corazón, dormía en su cama feliz, y escuché risas abrí los ojos y era ella con su amiga una de sus empleadas, hablaban sobre un príncipe el cual vendría en unos dos días, por lo que escuche Adelaida lo conocía desde niña, y ellos dos eran muy buenos amigos y por lo cual sus padres los habían comprometido, y eso a ella le alegraba ya que no hace mucho ellos se habían visto y a ella le parecía tan...lindo, claro que escuchar eso me entristeció y me enojo, que solo huí de ahí y ni siquiera me despedí de ella como lo hacía comúnmente,

estuve durante un tiempo sin ir a verla, claro me decaí mucho, pero me sentía muy mal, sentía que mi mundo se estaba acabando, ya no quería ni comer ni beber agua, solo estaba ahí echado en mi cueva pensando en lo que ella dijo y cada vez me ponía más triste recordar eso, encerio que el amor puede doler, es hermoso amar, pero es horrible no ser amado de la manera en la que uno quiere ser amado.

Salí de mi cueva ya que la escuché llamarme "zorrito, zorrito lindo que te has hecho" su voz se escuchaba quebrada y muy triste y llegué donde estaba ella llorando y me le acerque por la espalda, la mire y ella me sonrió mientras seguía llorando y balbuceando "que bueno, que estes bien, tenía miedo de que te hubiera sucedido algo pequeño, me hace feliz verte, aunque estás muy delgado, parece que no has comido ni has dormido bien", esas eran sus palabras y me sentía feliz escucharla decir eso, ya que sabía que ella me quería y se preocupaba por mi, pero otra parte de mi sabía que solo se preocupaba por mi, ya que solo era su amigo, mejor dicho su mascota...

me hacía feliz verla y me ponía triste saber que yo la hice llorar, solo porque no me despedí y no la fui a ver durante un tiempo, pero necesitaba un poco de espacio, pero estuve reflexionando, si de verdad yo la amo, debo de aceptar de que si la hace feliz estar con ese tal Hassan, yo estaré feliz por ella, ya que su felicidad es la mía, y si el la hará feliz pues aceptaré de que ella no es para mí, aunque yo ya lo sabía desde el principio desde que me enamoré de ella, de que nuestro amor era imposible.