seguía espiando a la niña, enserio que ella era buena, pero aún así no entiendo a los demás, no es que también odian a los humanos igual que yo, no es que no los soportan que quisieran que no existieran está especie, en serio que todos era una bola de idiotas, cuando la humana los traicione y traiga a los demás humanos y los cacen y acaben con nuestras especies, seguirán de estúpidos.
el tiempo pasaba rápido y todos en el bosque se encariñaron con la niña, excepto yo, yo seguía desconfiando de esa niña, pero siempre que la miraba me daba gracia, ella era muy alegre y amaba a todos en el bosque, desde el animal más feo, hasta al más lindo, encerio que a ella no le importaba la apariencia de los demás, ella miraba la belleza desde el corazón y eso la hacía tan pura e inocente,
por eso todos la querían, todos querían que ella les diera de su gran amor y afecto, ella era esa luz que le devolvió la claridad, la paz y la alegría al bosque, todos esperaban su regreso cuando se iba, como también esperaban que volviera con su deliciosa comida y esa gran actitud para poder jugar con ella, la humana siempre me miraba e intentaba acercarse me, pero yo siempre le huía.
empecé a notar que la niña siempre me traía flores, las dejaba donde siempre me ponía a espiarlos y luego se iba a jugar con los demás, realmente esas flores no me gustaban, pero igual era lindo de su parte, pero me hubiera gustado que en vez de flores me dejara comida y no unas flores, si fueran tulipanes hubiera sido mejor, pero unas flores común y corrientes, pero bueno lo que cuenta es la intención.
no se el porque, pero un día la vi sola y decidí acercarme y cuando ella me vio se alegró y me intento tocar, pero yo le gruñi, creí que me haría daño, pero ella solo me observó y sacó comida de una canasta y me ofreció, yo solo la observé, iba a tomar lo que me iba a dar, pero escuche pasos y me fui corriendo lo más rápido posible, dejándola con la mano estirada y algo sorprendida.