Punto de vista de Erik
Cuando los ojos de Poppy se posaron en mi boca, quise que me besara. Quería deslizar mis brazos alrededor de su estrecha cintura y atraerla aún más fuerte contra mí. Olía a flores de verano. ¿Sabía tan dulce como esas bayas que una vez usó para engañarme?
Los guardias se movían por el estudio, pero no podían importarme menos. Todo lo que pude ver fue a Poppy. Siento su suave cuerpo presionado contra el mío. Siente el calor de su piel flexible. El aroma de su cabello ardiente.
Sus ojos me atraparon. Perdida en círculos de un verde tan vibrante como su vestido. La tela satinada se deslizó contra mis dedos y la detesté por ser una capa entre su piel y yo.
Nunca había visto sus piernas, siempre escondidas debajo de vestidos y batas, pero podía sentirlas enjaulando mis muslos. El músculo delgado es prueba de fuerza.