*Morgan*
Lorenzo me mira fijamente durante un largo momento y tengo miedo de haberlo ofendido. Oh no, ¿y si mi pregunta hace que me ate a un árbol otra vez? Mis muñecas palpitan ante el mero pensamiento de eso.
“Es una larga historia”, me dice en voz baja.
“Bueno, tenemos tiempo”, señalo. "Aún no sabes lo que quieres hacer conmigo, y sé que no vas a dormir porque tienes miedo de que me escape cuando te duermas".
“Sí, lo admito, estaba pensando eso”, dice Lorenzo.
"¿Ver? No tenemos nada más que hacer y como ambos vamos a permanecer despiertos, necesitamos algo de qué hablar. Y como dije, es justo que me cuentes tu historia ya que yo te conté la mía”, trato de razonar y convencerlo.
Lorenzo suspira y tiene una expresión que no puedo descifrar.
“Si voy a contarles mi historia, necesito algo más fuerte que el agua”, señala Lorenzo.