El punto de vista de Raquel
Me desperté, con la cabeza llena de algodón y la mente en blanco en cuanto a lo que había sucedido la noche anterior. Me giré para ver que la hamaca de Regulus ya estaba hecha para el día y que junto a mi mesilla parecía haber una jarra de agua con un vaso y un frasco de líquido rojo. Cogí la jarra, casi renunciando al vaso para dar un trago cuando vi la nota pegada a su lado de peltre con un nudo de cera.
La nota decía simplemente en letra elegante: NO BEBAS AGUA, CHICA DOXY.
Inmediatamente le odié por conocerme tan bien.
Suspiré y di un pequeño sorbo a la jarra, colocándola entre mis muslos para ver mejor la nota, rompiendo el precinto con los dientes.
QUERIDA RAQUEL -decía la carta con la misma letra florida que ahora reconocía como la caligrafía de Regulus-. HE PENSADO LARGO Y DURO SOBRE LA NOCHE PASADA... ¿qué demonios pasó anoche?