*Alice's POV*
Me enjugué el sudor de la frente y me quité la suciedad de las manos. La sensación de logro que sentí al mirar mi trampa final hizo que mereciera la pena.
Las últimas noches habían estado llenas de Simon burlándose de mí, así que decidí que iba a recuperarlo.
Después de la noche en que me hizo correr hasta el amanecer, empezamos oficialmente las clases de combate.
Sin embargo, no fue de la forma que esperaba o deseaba.
Había estado provocándome y burlándose de mí todas las noches hasta que mutara. Simon creía que para que yo fuera realmente fuerte tenía que dejar de rechazar mis mutaciones y usarlas para luchar. Y eso me cabreaba.
Sabía que la sangre de metamorfo era más fuerte, pero eso no significaba que me gustara por arte de magia. Así que tenía que provocarme cada noche para que cambiara.