*Alice's POV*
Un lobo alto y negro como la medianoche apareció ante mis ojos.
Vi cómo se giraba el hombro delantero y parecía curarse delante de mis ojos. Sabía que la curación se aceleraba cuando se estaba en forma de lobo, pero aquello era impresionante.
La luz de la luna se reflejaba en su abrigo mientras se acercaba a mí lentamente.
Era tan guapo.
Por primera vez, no sentí miedo ni odio al mirar fijamente sus ojos de lobo. Simón debió de notar que me reconfortaba o aceptaba, porque se acercó aún más e inclinó la espalda, apretándose contra mí.
Tras un par de empujones más, me di cuenta de que quería que me pusiera a su espalda. Cohibida, levanté la pierna por encima de él y me acomodé detrás de sus omóplatos.
Su pelaje era suave y áspero a la vez bajo mis manos. Me esforcé por no tirar de él. Era difícil saber qué hacer cuando nunca antes había montado en un lobo.