Punto de vista de Eden
Los hermanos Golden cierran el trato.
Tomo mi tercer trago con nerviosa anticipación de esta noche. Me he acostado con ambos muchas veces hasta ahora, pero nunca es menos estresante saber lo que va a suceder. Le dan la mano a los hombres que finalmente aceptan el trato para comprar el software bajo la cláusula de que nunca más lo venderán.
Con suerte, estamos demasiado lejos de Erik Donahue para que pueda encontrar ese software.
Y tal vez, sólo tal vez, los hermanos Golden y yo podamos navegar hacia el atardecer sin problemas a favor del viento.
Dante llega primero hacia mí, lanzando un billete grande sobre la barra mientras pasa su brazo alrededor de mi espalda y me levanta de mi silla. Me río del delirio y la borrachera, manteniéndome erguida solo con mis brazos alrededor de sus hombros.
