Después de recibir un beso de Sofia, el ánimo de Willard mejoró considerablemente. Llevó a todos a apreciar las representaciones de la diosa de la luna que había coleccionado. Estos retratos provenían de diversas partes del mundo y de diferentes épocas y estilos.
Todos contemplaron a la diosa de la luna con admiración, aunque nunca antes la habían visto. Utilizaron diversas técnicas para imaginarla y expresar su reverencia hacia ella.
En la alta sociedad, compartir y regalar retratos de la diosa de la luna era considerado la forma más distinguida de socializar.
Nunca imaginé que podría ver tantos retratos de ella al mismo tiempo. Algunos eran recientes, mientras que otros tenían una antigüedad considerable. Los cuadros que colgaban en silencio de las paredes podrían haber sido creados por artistas capaces de cambiar la industria.