*Harper*
—¿Vas a seguir mirando tu teléfono o vas a escuchar sus mensajes? —preguntó Shelly mientras caminaba detrás de mi silla en su cocina.
Estaba de mal humor, revisando mi teléfono cada vez que Oliver me enviaba mensajes de texto y nunca los leía ni respondía.
Aún no me había vestido, todavía estaba en pijama y disfrutando de unas donas de una caja que Shelly había recogido en su carrera matutina.
—Ni siquiera sé qué podría decir —dije. Apagué mi teléfono y lo puse boca abajo sobre la mesa, alcanzando otra dona.
—¡Está bien, no! —espetó Shelly. Agarró el donut y la caja que contenía. —No más donas hasta que resolvamos esto. Claramente, te sientes autodestructivo. Esa es tu tercera dona.
—Lo quiero —me quejé, alcanzando la masa cubierta de azúcar.
Shelly sacudió la cabeza y volvió a guardar el donut en la caja. Los llevó al otro lado de la cocina y dejó la caja en el mostrador de enfrente. Me crucé de brazos y la miré.