*Harper*
—Tal vez no debería haberme ido sin despedirme —dije. Estaba acostada en mi cama, colgando mi cabeza del borde del colchón como si fuera una chica de secundaria hablando por teléfono con su mejor novia.
—¿Estás diciendo que te arrepientes de haberte ido? —preguntó Ellen.
—No, en absoluto —dije. Suspiré y sacudí la cabeza, aunque Ellen no podía verme—. No lo sé, tal vez.
—¿Tal vez? —preguntó, riéndose sin humor—. ¿Por qué te fuiste, de todos modos?
—Las cosas se complicaron —dije evasivamente.
—Vamos, Harper, te conozco mejor que nadie. Dime la verdad —presionó.
Me puse boca abajo y miré los carteles en mi pared. No había cambiado nada en mi habitación; Se veía idéntico que antes de irme a la universidad.
—La hija de Oliver, Jolee, tiene mi edad. Se hizo amiga mía y se sintió de verdad traicionada cuando descubrió lo que estaba pasando —le expliqué, dándole a Ellen las notas del acantilado.