*Harper*
Casi sentí que estaba pasando por un proceso de abstinencia. Oliver se había estado concentrando en mantener apaciguada a Jolee. Lo entendí, pero de verdad extrañaba verlo y que me tocara.
Acababa de terminar de desayunar y darle de comer a Cocoa cuando alguien llamó a la puerta.
—¿Crees que podría ser Oliver? —Le pregunté a Cocoa—. Por lo general, ya está en el trabajo.
Cocoa me ladró y me siguió por el pasillo cuando fui a la puerta.
Miré por la mirilla y vi a Jolee. Quería hablar con ella sobre todo.
—Oye —dije, abriendo la puerta—. Me alegra que hayas pasado por aquí. Quería hablar contigo.
Me hice a un lado y la dejé entrar. Cocoa se escondió detrás de mis piernas y gruñó un poco.
—¡Cocoa! —Lo regañé—. No le hagas caso. Ella está siendo una idiota.
—Harper, ¿por qué te gusta mi papá? —preguntó Jolee.