** Punto de vista de Rosalie
Habían pasado tres días desde que llegué a Avondale.
La isla tenía un clima encantador. Sin embargo, pasé la mayor parte del tiempo en mi habitación. Como insistió Soren, necesitaba tomarme las cosas con calma para que mi recuperación fuera segura, por el bien del bebé. Esa fue la orden del médico, también.
El encantador aroma de las flores frescas, el sol de la mañana que entraba por la ventana para posarse suavemente sobre mi manta: todo era perfecto, pero me parecía irrelevante.
Me había alejado de Ethan y había obtenido la libertad que quería. Entonces, ¿por qué no estaba feliz?
Traté de no pensar en él, porque cada vez que lo hacía, sentía como si hubiera un gran peso en mi pecho y apenas podía respirar.
Había llegado tan lejos y sabía que debía continuar con mi nueva vida, pero mi corazón me decía que solo necesitaba un poco más de tiempo.