Durante todo el camino de vuelta a través del bosque y hasta la casa, Waverly no pudo asimilar lo que acababa de suceder. ¿Se lo había inventado todo? ¿Todo lo que había visto? Christopher, Mia, Pietro cantando. Era simplemente una alucinación? ¿Qué estaba pasando con ella?
En piloto automático, Waverly siguió a Sawyer hasta la casa y empezó a quitarse los zapatos. Todo era una mentira. Estaba enferma hasta el punto de que su mente había empezado a jugarle malas pasadas y todos sus demonios habían salido a la superficie para unirse a ese fiasco. Pero en medio de todo, no estaba segura de si estaba más asustada de que su subconsciente hubiera creado esta fantasía de pesadilla, o si estaba realmente enferma como para estar al punto de los delirios auditivos y visuales.