Durante las siguientes dos horas, la mente de Waverly dio vueltas en círculos. «¿Un bebé? ¿Cómo y por qué?» Todo se fusionó y al instante se sintió mal del estómago.
Todo era demasiado para manejarlo a la vez: los incendios, Christopher, y ahora... ¿eso? Sin mencionar a la mujer... quienquiera que fuera. No la había visto en días, pero su existencia seguía atormentando su mente. ¿Qué quería? Y lo más importante, ¿por qué estaba allí? No parecía una turista normal, pero Waverly tampoco tenía la sensación de que fuera como ella. Entonces, ¿qué era?