El grupo de aventureros, ahora unido por lazos de amistad y propósito compartido, se adentra más en las profundidades del bosque, acercándose cada vez más a las ruinas ancestrales donde se rumorea que reside el secreto del Pacto Olvidado.
Sin embargo, el viaje no está exento de peligros, y mientras atraviesan un desfiladero estrecho, son emboscados por una horda de criaturas de la oscuridad. La batalla es feroz y despiadada, y a pesar de la valentía y la determinación del grupo, están superados en número y fuerza.
En medio del caos, Darius, el guerrero taciturno, se lanza hacia adelante para proteger a sus compañeros, enfrentándose solo a las criaturas que los rodean. Con habilidad y ferocidad, lucha contra sus enemigos, pero pronto se da cuenta de que está rodeado y superado.
A pesar de los esfuerzos de sus compañeros por rescatarlo, Darius cae bajo el peso abrumador de las criaturas de la oscuridad. Con un último esfuerzo, lanza una mirada de despedida a sus compañeros antes de desaparecer en la oscuridad que lo rodea.
El grupo queda en silencio, con el peso del sacrificio de Darius sobre ellos. Aunque han perdido a un valiente compañero, su sacrificio no ha sido en vano. Con renovada determinación, continúan su viaje hacia las ruinas ancestrales, decididos a honrar la memoria de Darius y completar la misión que él inició.
En este capítulo, el grupo enfrenta la realidad implacable de la vida como aventureros, donde el peligro y el sacrificio son una parte inevitable del camino. Aunque la pérdida de Darius los entristece profundamente, también los impulsa hacia adelante, fortaleciendo su resolución de enfrentarse a la oscuridad y descubrir la verdad detrás del Pacto Olvidado.