En ese momento comencé a cantar, mientras que Lili cantaba por su cuenta. Al cabo de unos segundos, la armadura de tempestad se manifestó en mis cuatro extremidades mientras que el resto del cuerpo se cubrió de una armadura oscura, cortesía de Lili.
Tomé los núcleos de monstruos de cuarto rango y los metí en mi boca. Sin dudarlo, corrí directamente hacia donde estaba el ogro de seis estrellas. Con mi velocidad potenciada, era básicamente invisible para todo aquel de mi rango, pero el ogro era un ser de seis estrellas y pudo ver mis movimientos con facilidad.
Aun así, con las dagas en mis manos, me acerqué a toda velocidad de frente. En ese momento, el ogro bajó su hacha con la intención de cortarme a la mitad. Ya estaba demasiado cerca y era demasiado rápido para hacer nada, pero ya estaba listo.
En el último momento, me moví lo suficiente como para que no me cortara a la mitad, pero mi brazo no tuvo la misma suerte y fue cortado de raíz. Aun así, apreté los dientes, este dolor no era nada. A mi alcance, pasé la guardia del monstruo y, con un salto, me acerqué lo suficiente para que no pudiera usar su arma fácilmente.
Justo en ese momento, unos tentáculos oscuros que provenían de la armadura salieron y sujetaron el brazo cortado que había salido volando, volviéndolo a su sitio, al ínstate pude permitirme moverlo como si nada hubiera pasado. Sin un segundo de respiro, con un movimiento fluido sefui mis accionos como si no huera pasado nada.
Arte del Dios del Rayo, Primera Postura: Impacto Fulminante.
Estaba lo suficientemente cerca para clavarle mis dos dagas en los ojos con un ataque penetrante rápido.
"Gaaaa,...ogh" gritó el ogro.
Pero el ogro era muy grande y no fui lo suficientemente poderoso para herirlo de gravedad además de quitarle la vista temporalmente, con su vitalidad se recuperaría con el tiempo. Pero Aprovechando el momento en que gritó, sin ninguna vacilación solté ambas dagas.
Arte del Eclipse, Tercera Postura: Explosión Crepuscular.
Con mis manos, que solo estaban cubiertas con la armadura de tempestad, las introduje en su boca, poniendo la mayor cantidad de mana que pude en mi mano y en el arte. Atravesé la parte superior del interior de su boca, alojando mi mano usándola como arma. Hubo una explosión en el interior, aun así, la vitalidad y defensa de un ser de rango seis no es broma.
Arte del Eclipse, Tercera Postura: Explosión Crepuscular.
Arte del Eclipse, Tercera Postura: Explosión Crepuscular.
Seguí sacando mi mano y volviéndola a meter hasta que noté que ya no la tenía. Sin un momento de respiro, metí la otra y repetí hasta que sentí que había destrozado completamente el interior de su cabeza.
"Ja, hahaaaa," respiraba con dificultad, pero aún sabía que tenía que continuar. Con el poco de mana que tenía, volví a cantar un hechizo de luz de curación para regenerar mis manos, haciendo trabajar al rasgo lo mejor que pude para regenerarlas.
Tomé el collar que había tomado de Sakura y lo introduje en la cabeza destruida del ogro. El medallón parecía haber absorbido toda su sangre y estaba brillando con un brillo dorado, pero al mismo tiempo rojizo, lo que le hacía parecer sagrado, pero al mismo tiempo ominoso.
Pero no presté atención a esto y solo me lo coloqué en el cuello. Volví a tomar mis dagas y tomé el núcleo del ogro de seis estrellas abriendo su pecho. En ese momento, me lo trage. Sentí cómo la energía estaba inundando mi cuerpo y tenía el fin de destruirme.
Hice lo mejor que pude para soportarlo con mis rasgos de voluntad sagrado y sellado, pero la energía era demasiado colosal. Si no la sacaba, explotaría por el exceso de mana, pero solo necesitaba aguantar por un momento. Miré hacia atrás y en mi vista pude ver a dos criaturas del mismo tamaño que al ahora muerto ogro rojo sangre comenzar a salir de la grieta.
Me puse en posición de carrera y comencé a correr. En ese momento y antes de notarlo, ya estaba oculto por hechizos de ocultamiento oscuro que Lili puso en algún momento aprovechando el desborde de energía, por lo que los ogros no notaron mi acercamiento.
Estaba corriendo a máxima velocidad con mi cerebro funcionando al máximo. Vi a los dos ogros mirando en mi dirección, pero solo estaban mirando el cadáver de su compañero.
Iba con un impulso y velocidad que nunca había alcanzado en esta vida, alimentado por la desbordante mana del núcleo que consumí. Mis ojos apuntaban y solo se concentraban en mi objetivo, usándome a mí mismo como arma. Cargué sin pensar en las consecuencias.
Arte del Castigo Celestial, Sexta Postura: Estallido Celestial.
Me visualizaba a mí mismo Siendo como una punta de lanza para completar el arte, choqué con uno de los dos orcos, que ya sea por instinto o porque mi ocultación no funcionaba con tanta energía que emitía, trató de bloquearme en el último segundo, pero ya era tarde para él.
"Bannk.!!"
"arg!"
Un impacto sordo sonó cuando choqué con él. El impacto lo empujó, mandándolo, volando junto conmigo. Ambos rodamos por el suelo a gran velocidad. Aun cuando estaba volando sin control, veía todo lentamente debido a mi mente acelerada.
Vi cómo pequeñas barreras oscuras comenzaban a formarse en el camino donde rodaba por toda la energía cinética que aún llevaba. Choqué contra ellas, rompiéndolas, pero no me causaron ningún daño en absoluto y fueron absorbiendo el impacto que llevaba, hasta que me detuve sin ninguna herida extra.
Aun así, mis brazos estaban doblados por el impacto que hice con el ogro. Tentáculos volvieron a salir de mi armadura y, sin ninguna piedad, forzaron a ambos a tomar su posición original. Ya estaba corriendo de nuevo en dirección donde el ogro salió volando, volviendo a tomar un gran impulso.
Arte del Dios del Sol, Quinta Postura: Destello Luminoso.
Aumentando más mi impulso, me convertí en un rayo de luz que iluminaba y arrasaba todo en su camino como un pequeño sol. El ogro que estaba caído y recuperándose del impacto no tuvo tiempo de nada cuando ya estaba frente a él. Mis dagas ahora si pudieron penetrar sus cuencas, causándole daños y derritiendo el interior de su cabeza por el daño que causaban.
Aun así, tuvo margen para golpearme con sus manos, pero no me moví y soporté sus golpes que me habrían hecho pulpa si no fuera por la armadura de Lili, así como los rasgos de absorción, voluntad, regeneración que mantenían mi cuerpo unido.
"Muere, maldito," saqué las dagas de los ojos del ogro y las volví a enterrar usando Explosión Crepuscular para causar más daño. Mi cuerpo estaba en sus límites y mi cerebro ocupado mientras cantaba hechizos para curarme mientras realizaba el arte.
Fue entonces cuando cinco sombras salieron de la nada y sostuvieron las extremidades del ogro. No duraron mucho, pero fue suficiente para ganarme unos segundos; el ogro lentamente dejo de resistirse y perdió las fuerzas. Seguí clavando mis dagas sin parar hasta que noté que estaba muerto.
Rápidamente Volví a sacar el núcleo de su cuerpo. El mana todavía estaba causando estragos en mi cuerpo, aun si ya había gastado más de la mitad. Todo desde que comencé a correr hasta que maté al segundo ogro rojo sucedió en unos segundos. No me tomé ningún respiro y, con mi mente que ya habría sido quemada si no fuera por mi voluntad y regeneración, volví a enfocarme en el último ogro e inicié una nueva carrera, ganando impulso.
Explosiones sónicas se escuchaban mientras corría, pero no eran una buena señal ya que significaban que estaba perdiendo control de mi mana. Aun así, estaba dispuesto a repetir lo anterior, pero el último ya estaba en guardia máxima. Sin embargo, continué.
Arte del Dios del Sol, Tercera Postura: resplandor
En ese momento con mis dagas irradiando luz, choqué con su hacha y traté de desviarla, pero antes de siquiera poder completar el arte, sentí una gran sensación de peligro a mi lado, justo donde estaba la grieta. Era demasiado tarde para hacer algo; pude sentir una sensación letal acercarse.
Pero en ese momento, el resto de las sombras a gran velocidad salieron en mi defensa. Fueron destruidas, pero lograron bloquear el ataque. Esa pequeña distracción de mi atención fue suficiente para el ogro, quien antes de que lo notara usó su pie para patearme.
El ángulo y la fuerza fueron tales que me mandó volando hacia arriba a una velocidad que no podía procesar. Ese golpe estaba más allá de lo que podía soportar. Mi conciencia estaba borrosa, y ni siquiera podía decir el estado de mi cuerpo no sentía ningún dolor no sabía si seguía subiendo o bajando, todo era oscuro y daba vueltas.
[¡Hoye, Lux... h-hey, reacciona, hoye] Pude escuchar la voz de Lili, que se escuchaba borrosa en mis oídos. Lentamente, todo volvió a la oscuridad.