Entre los escombros y un mar de cadáveres de criaturas, se encuentra un hombre de mediana edad arrodillado en el frío suelo. Sus ojos, perdidos en el horizonte, reflejan una mezcla de confusión y desesperación mientras sus manos parecen sostener algo que nunca más podrá tocar. El atardecer pinta el cielo con tonos ocres y púrpuras, difuminando la línea entre el día y la noche. La luz moribunda del sol se filtra entre las nubes, arrojando sombras alargadas sobre el paisaje devastado.Recordando los sucesos que lo llevaron a este momento, el arrepentimiento y la impotencia resuenan en su mente, al igual que las últimas palabras que escuchó apenas unos momentos antes de que todo lo que le quedaba en el mundo desapareciera."Vive y no te rindas, la verdad está casi a nuestro alcance, por eso no te rindas y continúa", dijo la persona que en los brazos del hombre desaparecía lentamente. "Si tengo un alma, estaré contigo hasta el final. Solo tienes que ser tú mismo y seguir con esa voluntad que siempre he admirado"."..."Lágrimas caían de su rostro al pensar que no podría acompañar a su compañero con el cual cruzó innumerables batallas, pero se negaba a irse con una separación amarga, así que forzó una sonrisa en su rostro mientras le pedía a su compañero como último deseo que sonriera. "Lux Podrías sonreír sinceramente para mí, no te he visto sonreír genuinamente en los últimos años", el hombre , cuyas lágrimas pensó que se habían secado hacía mucho tiempo, las derramó al tener a su compañero en sus manos, agarrándolo firmemente como tratando de aferrarse a su existencia.Al escuchar el pedido de su compañero, trató de hacer lo mejor posible, aunque igual que sus lágrimas, su sonrisa hacía mucho dejó de existir, mostrando así una sonrisa con lágrimas en su rostro tratando de sonreír sinceramente y aun así fallando porque no podía sonreír sinceramente en esta situación, fallando así en el pedido de su compañero.Pero aún así fue suficiente para que su compañero en su lecho de muerte mostrara una sonrisa satisfecha. "No eres bueno sonriendo, pero es suficiente. Soy feliz sabiendo que estos años de lucha y guerras juntos significaron algo para ti. Que muestres ese tipo de expresión es el mejor regalo de despedida", mostrando así una genuina sonrisa como si fuera una mentira la inminente muerte que le esperaba."Espero que vivas hasta el final y que en ese final encuentres las respuestas a nuestras preguntas y la esperanza para no rendirte". Desapareciendo casi por completo, quedando solo así solo la capacidad para hablar, dijo sus últimas palabras antes de que fuera demasiado tarde. "Recuerda, las personas solo mueren si las olvidan. Tienes una parte de mí en ti, así que no me olvides". Costándole el seguir hablando, dijo el último adiós. "Que la luz de nuestro tiempo juntos disipe la oscuridad del camino por venir", desapareciendo así por completo."..."Con tantas palabras sin atoradas en su garganta, se levantó lentamente y entendiendo que los sucesos ocurridos eran reales, el arrepentimiento y la culpa de no poder decirle nada a su compañero en su lecho de muerte lo invadían, y los recuerdos que pensó que no eran significativos pesaban ahora en su conciencia. Aun así, aceptó la realidad de la situación ya que no era la primera vez que perdía algo importante para. El perdió la cuenta a cuantos vio morir a cuantos juro proteger y las promesas que nunca volvería a perder a nadie, pero solo eran palabras vacías que nunca pudo cumplir."Jaj..." una risa amarga salió de su boca al pensar que ya no tenía nada más que perder, recordándole la verdad de la situación. Levantó su arma preparándose para la batalla aun en curso. Frente a él, había un ser humanoide que tenía grandes cuernos en su cabeza con una estatura imponente y una postura erguida que denotaba confianza. Su piel, o lo que parece ser piel, tiene un tono oscuro y está recubierta de patrones intrincados, semejantes a tatuajes mágicos que brillan débilmente con una luz propia. Sin embargo, al observar más de cerca, se percibe una textura similar a la de un metal antiguo sugiriendo una fusión entre carne y metal.Sus extremidades, musculosas y ágiles, parecen estar protegidas por una especie de armadura natural. Esta armadura no es metálica ni se asemeja a ningún material conocido. Más bien, parece ser una extensión orgánica de su propio ser, con. La boca está cubierta por una máscara facial que parece fusionarse con su piel, formando una expresión neutral pero impenetrable que lo miraba presenciando todos los sucesos ocurridos sin moverse, como esperando que el hombre estuviera listo para el combate y no tuviera interferencia en su duelo.Dijo con una voz profunda sacada del mismo infierno: "Humano, admiro tu capacidad. Nunca pensé que en este mundo hubiera alguien que pudiera igualarme y darme tantos problemas, por eso te concederé el honor de morir en mis manos", dijo arrogantemente, lo cual estaba justificado debido a su fuerza, así como a los miles de criaturas que aún estaban a su espalda.Aun así, sabiendo que las posibilidades estaban en su contra, el hombre no se rindió y dio pasos hacia adelante con una voluntad inquebrantable. El demonio, al ver esto, hizo una pequeña sonrisa invisible para todos los presentes y sacó su arma, iniciando así la última resistencia de la humanidad, que solo le quedaba un único representante.Con el cielo del anochecer, señaló con su lanza hacia el demonio y lo que quedaba del ejército. Con el retumbar de un relámpago, cargó hacia delante para cumplir con la promesa que hizo con su compañero al principio de su viaje. Así inició la batalla que ya había perdido su sentido ase mucho pero no podía renunciar no con el peso y la voluntad de los muchos que cayeron.