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El Oso Negro de Espalda de Hierro dejó escapar furiosos rugidos, de pie, erguido a más de dos metros de altura. Su pelaje negro estaba erizado y su boca abierta para exponer colmillos afilados. Aún más aterrador, su lengua estaba cubierta de densas y afiladas espinas.
Si la piel de uno fuera raspada por su lengua, rápidamente se pelaría y desgarraría. Las garras del oso también eran increíblemente afiladas, su pura fuerza física formidable. Era un adversario indudablemente poderoso.
El oso se golpeaba el pecho, una aura de brutalidad emanando de él. Esto causó que el rostro de Peng Jixian se ensombreciera al percibir el peligro que emanaba de la bestia.
Peng Jixian adoptó una postura de lucha, planeando continuar usando los métodos anteriores confiando en su agilidad y técnica para agotar al oso.
