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—Ya sé sobre los asuntos de tu familia. Es solo que estoy herido y no me es conveniente moverme —dijo Su Chengyu.
—¡Entiendo, entiendo! Solo me preocupa que el abuelo no pueda durar mucho. Si mi abuelo muere, la familia Lin definitivamente va a caer en el caos, y la Corporación Lin enfrentará una crisis sin precedentes —Lin Huanfeng suspiró.
—Hermano Yu, ¿por qué no nos das una receta para estabilizar la condición del Elder Lin? —dijo Zhou Jinping.
—Me temo que la enfermedad del Anciano Maestro Lin no se puede resolver solo con una receta —Su Chengyu negó con la cabeza. La enfermedad de Lin Zhengxun definitivamente no era simple. Solo su receta no solucionaría el problema.
—Huanfeng, no es que el Hermano Yu no quiera ayudar. Has visto la situación. Deberías volver primero y pensar en otra manera —Zhou Jinping también estaba bastante preocupado cuando vio las heridas de Su Chengyu.
—¡Está bien! Entonces me iré primero —Lin Huanfeng asintió con resignación.