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Con ese golpe, el cuerpo de Lin Qingxue perdió el equilibrio y atravesó la barandilla, justo cuando estaba a punto de caer, unas manos se extendieron y sujetaron firmemente sus delicados brazos. Con una ligera fuerza, la giró hacia atrás y cayó en el abrazo de Ren Feifan.
Incluso con un abrazo de sus brazos, sus orgullosos rasgos se presionaron firmemente contra el pecho de Ren Feifan.
Se miraron a los ojos.
La sensación no era tan mala.
—Dado que dijiste que no necesitas que me haga responsable de nada, solo tomaré un poco de interés —bromeó.
Una sonrisa maliciosa tocó la esquina de la boca de Ren Feifan, y su brazo recorrió su pecho antes de finalmente soltarla.
Los ojos de Lin Qingxue se abrieron de par en par por la sorpresa. Había visto gente temeraria, pero nunca alguien tan audaz. ¡¿Quién le dio el coraje para asaltar su pecho delante de tanta gente?!
¿Cómo se suponía que iba a salir adelante en la Isla del Purgatorio después de esto!
