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Los ojos negros y lustrosos de Ren Feifan se estrecharon cuando escuchó que alguien lo estaba apuntando.
—Chuchen, ¿qué quieres decir? ¿Quién me está apuntando? —preguntó a Ye Chuchen.
Ye Chuchen, obviamente aún adolorido, luchó por sentarse derecho y explicó:
—Justo antes del incidente, estaba tratando con algunos documentos del extranjero. Estaba parado junto a la ventana del piso al techo con la intención de estirarme cuando vi largas sombras pasando rápidamente ante mis ojos. ¡De repente, uno de los paneles de vidrio se rompió y fui lanzado violentamente hacia afuera! Vagamente logré tomar algo del atacante...
Ye Chuchen sacó una escama negra de su bolsillo.
La escama, bajo la luz, parecía aún más oscura, exudando un aura de inmovilidad mortal.
Ren Feifan sostuvo la escama en su mano, y por alguna razón, una sensación de familiaridad lo inundó.
Pero parecía incapaz de descifrarlo rápidamente.
¿Cuál de sus enemigos tenía escamas negras?
