El Maestro Daoísta de la Impasibilidad se paró orgullosamente en el escenario.
Todos en el escenario estaban arrodillados ante él, incluso el Guardián de la Puerta del Reino del Camino Verdadero estaba doblando sus rodillas, casi listo para inclinarse.
—¿Cómo puede una persona ordinaria resistir el poder de un ser poderoso? —Gotas de sudor se filtraban del rostro del Guardián de la Puerta, ¡haciendo casi imposible para él avanzar otro paso!
Luchó para levantar la cabeza y miró al Maestro Daoísta de la Impasibilidad en el medio, ¡con la sorpresa llenando sus ojos!
—¿Era este el mismo inútil que había sido expulsado de la Villa de la Espada Oculta?
—¿Cómo había alcanzado su reino casi la cima del Reino del Camino Verdadero ya?
—¿Podría ser que este sujeto estuviera en realidad en el Reino Wanxiang?
—¡Imposible! —Pero, entonces ¿cómo explicar esta opresión?
