El rugido había estado ocurriendo durante bastante tiempo, y ese último golpe de Trueno de la Tribulación en el Cielo Azulado ya se había formado.
Las sombras se convirtieron en figuras sólidas, efectivamente pareciendo guerreros, con martillos en sus manos volviéndose más sustanciales.
—¡Todos, concentren todo su poder, mientras resistamos esta última calamidad, tendremos éxito! —Kenji Langton estaba verdaderamente emocionado, nunca esperando que el destino inmortal viniera a su encuentro cuando su vida se acercaba a su fin.
—¡Así es, una vez pasemos esta tribulación, todos seremos Inmortales!
Un maestro Mahayana se volvió aún más emocionado, la energía de su cuerpo radiante, ya no sentado con las piernas cruzadas, ahora de pie en el aire.
—¡El Desastre Celestial no debe temerse, lograremos la inmortalidad!
Otro maestro Mahayana flotaba en el aire.
Después de resistir tantos Golpes de Trueno de la Tribulación, todos ya no tenían miedo, su determinación se solidificó aún más.