Al ver a todos así, Peter Brown supo que no tenía más opción que convertirse en el Señor de la Ciudad. Si no había nadie que pudiera estabilizar la situación aquí, estas personas no tendrían buenos días por delante.
—Dado que es así, seré el Señor de la Ciudad. Sin embargo, espero que todos puedan ayudarme a administrar este lugar.
Cuando Peter aceptó asumir el rol de Señor de la Ciudad, la cara de todos se iluminó con sonrisas. Con un experto misterioso como Peter entre ellos, nadie se atrevería a moverles un dedo, lo cual era realmente algo bueno para todos.
—Señor de la Ciudad, ¿qué debemos hacer a continuación? La Ciudad del Sol y la Luna y la Ciudad Nube de Viento todavía están en manos del Ejército de la Fuerza Negra —dijo un ciudadano.
Ya que se había convertido en Señor de la Ciudad, Peter pensó que también podría recuperar las dos ciudades previamente capturadas. Dijo seriamente:
