Aunque no quedaba mucha gente, Pedro Brown se alejó sin llamar la atención de nadie.
Utilizando de nuevo el Talismán de Teletransportación, Pedro dejó la escena y regresó al mesón.
Cuando estuvo cerca del mesón, Pedro encontró un lugar apartado para disfrazarse, aparentando ser alguien que acababa de escapar de una situación peligrosa.
Al ver a Pedro entrar apresurado en el mesón, el mesonero y el camarero se acercaron a él preguntando —¿Qué te ha pasado, compañero daoísta?
—¡Qué miedo! —Pedro fingió estar aterrorizado.
—¿Ha habido algún problema con el Cruce de Tribulación? —preguntó el mesonero con curiosidad.
—¡Fue horrible! —Pedro suspiró después de dar un gran trago de té—. ¡Nunca pensé que Atravesar la Tribulación podría ser tan peligroso!
En ese momento, más personas huyeron al mesón, pareciendo tan asustadas como Pedro, sentándose ahí y bebiendo agua sin parar.
El mesonero ahora estaba alarmado, pensando que algo terrible había sucedido de verdad.
