Mientras Pedro caminaba, vio nubes oscuras reuniéndose en el cielo arriba, señalando la aproximación de una tormenta.
A pesar de las condiciones meteorológicas, una mirada de alegría se extendió por la cara de Pedro. Sabía que cuando el trueno y el relámpago llegaran, sería capaz de absorber Poder Inmortal, lo cual era bueno para él.
De hecho, justo cuando Pedro llegó a un lugar abierto y desierto, el trueno retumbó y el relámpago chisporroteó a través de la totalidad del cielo, significando la llegada de la tormenta.
Fuertes vientos rugieron y el relámpago laceró el cielo, volviéndolo completamente oscuro. Sentado al aire libre, ni una sola gota de lluvia tocó a Pedro.
En este punto, Pedro encontró un lugar apartado y se sentó con las piernas cruzadas en el aire.
Invocó su Talismán de Invisibilidad, no queriendo que nadie descubriera su presencia.
El trueno resonó y se eco alrededor de Pedro.