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Cuando el coche de Pedro Brown se acercaba a un pueblo, sus ojos se iluminaron al descubrir la presencia de una Vena Espiritual aquí.
Era un pueblo con un río que lo atravesaba, sombreado por bambú verde y flores en flor, con ondas de energía espiritual visibles desde lejos.
¡Qué lugar tan estupendo!
Pedro Brown nunca esperó encontrar un pueblo así en un área tan remota.
Decidió que, pase lo que pase, se desarrollaría aquí.
Pero el coche no podía entrar en el pueblo, y tuvo que caminar por un camino de montaña para llegar a él.
Pedro Brown no guardó su coche, sino que aparcó el SUV al lado de la carretera y caminó hacia el pueblo.
En el camino, vio una escena pacífica. Todos los aldeanos sonreían al verlo llegar. Junto al río, grupos de hombres y mujeres jugaban en el agua, y había incluso algunas jóvenes nadando desnudas.
¡Un pueblo de montaña sencillo y rústico!
Después de preguntar a un aldeano, Pedro Brown llegó a la oficina del consejo comunitario de la aldea.
