—¡Boom!
Un chorro de sangre brotó de la boca de Peter Brown mientras una fuerza poderosa lo sacudía, haciendo que sus órganos internos se sintieran inestables.
—¡Maldita sea!
Cuando Peter emergió del suelo, su rostro había cambiado drásticamente.
Estaba claro que una fuerza poderosa protegía el lugar donde estaba esta persona, y nadie podía acercarse a él.
Después de sentirlo por un momento, el estado de ánimo de Peter se volvió más pesado. El poder natural que emanaba de esta persona parecía suficiente para destruirlo todo, y era imposible para él acercarse más, incluso si lo intentaba con todas sus fuerzas.
En un instante, Peter tuvo una nueva idea: ya que no podía acercarse, dejaría que el Conejo Cazador de Tesoros lo intentara.
Después de hablar con el Conejo Cazador de Tesoros, este dudó un momento antes de dar un paso adelante.
Pero el resultado fue el mismo. Cuando alcanzó una cierta posición, una fuerza también lo lanzó volando.
