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Cuando él regresó a la villa, Pedro Brown descubrió que todas las chicas habían salido, sabiendo que habían ido a recaudar dinero.
Aunque Pedro tenía mucho dinero, nunca había pensado en ayudar financieramente a estas chicas, porque después de todo, esta empresa les pertenecía. Pedro quería ver sus habilidades individuales a través de este asunto.
Después de tomar un baño, Pedro se sentó en el balcón, preparó una taza de té y lentamente comenzó a degustarlo.
Recientemente, a Pedro le había empezado a gustar cada vez más la cata de té, ya que parecía ayudarle a despejar su mente de los muchos pensamientos que rondaban en ella.
La batalla de hoy le mostró a Pedro sus deficiencias una vez más. No había una solución inmediata para su bajo nivel de cultivo. Dado que tenía un cultivo tan bajo, debería tener algunas cartas bajo la manga, pero Pedro realmente no tenía muchas en sus manos.
