—Todos llevaban trajes de buceo y cargaban una gran bolsa al entrar al agua.
Tan pronto como entraron al agua, todos nadaron hacia el arrecife de la isla. Cada persona llevaba una gran bolsa, y aunque estas bolsas eran especiales y a prueba de agua, resultaban incómodas de llevar en la espalda. Para evitar llamar la atención, Peter Brown puso algunas cosas de su bolsa en su anillo. Sin embargo, aún mantenía la bolsa en su espalda.
Con gafas puestas, Peter podía ver que todos nadaban rápidamente, especialmente las dos hermosas mujeres, cuyas figuras eran realmente impresionantes en el agua.
Las dos mujeres parecían tratar esta misión como un viaje divertido, mirando con curiosidad a las criaturas submarinas.
El Sacerdote Wilson ya no llevaba su túnica taoísta y se veía más enérgico.
Mientras nadaba, Peter de repente sintió una sensación alarmante y rápidamente nadó al lado del Sacerdote Wilson, haciendo una señal con la mano para indicar que no estaban solos.