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—¡Había quince fantasmas, tanto hombres como mujeres!
Pedro se sintió asombrado cuando vio que había tantos fantasmas. En un lugar así, tantas personas murieron sin que nadie jamás supiera qué tipo de lugar era.
Estaba claro que estas personas habían muerto en este edificio. ¿Cuántos otros habían sido asesinados por ellos?
—Pedro sintió que necesitaba levantarse por la justicia de los muertos.
—Díganme, ¿cómo murieron todos ustedes? —Pedro miró alrededor y se sentó en la cama, ya que era la única que había en la habitación.
Estos fantasmas eran completamente impotentes ante un maestro como Pedro. Todos le contaron las circunstancias de sus muertes.
