—Camina conmigo —Después de que Robert Williams se fue, la actitud de Maurren Smith cambió de la figura coqueta que presentó antes a algo más normal.
Pedro la miró y dijo con una sonrisa:
—¿Es esta tu verdadera naturaleza? Sintió que estaba perdiendo gradualmente su capacidad para entender a Maurren Smith.
Maurren tomó la mano de Pedro, su cuerpo cerca del suyo, y salieron juntos.
—Cariño, en realidad, siempre he estado cansada. Ahora finalmente tengo un compañero de vida en el que puedo confiar.
Pedro miró a Maurren, notando su apariencia débil y vulnerable, tan diferente de su actitud fuerte habitual.
—¿Quieres compartir tu historia? —Pedro preguntó mientras caminaban.
Era claro que Maurren tenía una historia detrás de ella.
—¿Quieres escucharla?
Pedro asintió. Se sentía relajado, caminando por la calle con una hermosa mujer en su brazo.
Maurren suspiró y compartió: